El predominio de la Democracia cristiana en Alemania
A pocas horas de que se celebren
en Alemania las próximas elecciones, las encuestas muestran que la CDU-CSU (demócrata
cristiano) será el partido ganador. Después de que en 2021 consiguieran ganar
los socialdemócratas y hacer una coalición con verdes y liberales, ésta se
rompió a finales de 2024 con la salida de éstos últimos del gobierno. A raíz de
la ruptura, el presidente Scholz se sometió a una moción de confianza que
perdió, de manera que se vio obligado a convocar nuevas elecciones. Todo parece
indicar que los demócrata-cristiano volverá al poder después de perderlo en
2021, lo cual constituye una vuelta a la ‘normalidad’, ya que, si vemos los
resultados electorales desde 1949, el predominio de la democracia cristiana es
bastante claro:
Al contrario de lo que se podría
llegar a pensar, ya que en Alemania siempre ha habido gobierno de coalición (a
excepción de unos meses con Adenauer en la legislatura 1957-1961) y solo una
vez un partido consiguió la mayoría absoluta (la CDU-CSU en 1957), el
predominio de la democracia cristiana en Alemania es claro. De las 20
elecciones federales que se han celebrado desde 1949, ha ganado en 16 ocasiones,
mientras que el SPD ha ganado cuatro veces (y tres de ellas por un margen muy
estrecho). Si tenemos en cuenta la cantidad de años desde 1949 que cada partido
ha estado en la cancillería, la CDU-CSU ha estado un total de 51 años en la
cancillería y el SPD un total de 25. Sí que es cierto que el sistema de
partidos alemán nunca ha sido de partido predominante porque, como he dicho
antes, siempre ha habido gobiernos en coalición y normalmente era con la
participación del FDP (liberales), que casi siempre ha estado en el gobierno.
En el gráfico podemos ver la
evolución del sistema de partidos alemán. Entre 1949 y 1969 estuvo como
canciller el líder de la CDU-CSU Konrad Adenauer. Durante los años 50 se vio
como era improbable que la CDU-CSU perdiera la cancillería. El SPD aún se
declaraba marxista y aunque tenía un electorado sólido (alrededor de un
tercio), su postura marxista le impedía crecer más, de manera que, en 1959, en
el programa de Godesberg abandonó formalmente el marxismo y la lucha de clases.
Esto le permitió crecer electoralmente hasta que en 1969 por fin ocupó la
cancillería con Willy Brandt en coalición con los liberales. Algo similar
sucedió en España en el otro extremo ideológico, cuando Alianza Popular, que
tenía un electorado sólido pero que no le daba para ganar elecciones (alrededor
de un 25%), se refundó en el Partido Popular actual.
En 1972, el SPD consiguió su
mejor resultado de la historia y mantuvieron la cancillería hasta 1983 en favor
de Helmut Kohl. Justo en ese año entró en el parlamento alemán el partido Die
Grünen (Los Verdes) y desde entonces los liberales ya no tenían garantizada la
tercera posición, ya que los verdes fueron consolidando un electorado que ha
ido oscilando entre el 5 y el 10% (en las elecciones de 2021 consiguieron su
máximo histórico, rozando el 15% de los votos). A diferencia de los liberales,
los verdes no entraron en gobierno hasta 1998 en coalición con los
socialdemócratas. A partir de 1994, a causa de la reunificación alemana surgió
el PSD, heredero del partido socialista de la RDA, el cual cambió de nombre en
2007 para llamarse Die Linke (La Izquierda) y situándose a la izquierda de los
socialdemócratas. Este partido suele obtener un apoyo similar al de los verdes.
Durante los últimos años ha
habido nuevas modificaciones en el sistema de partidos. Vemos que el SPD
obtiene sus peores resultados de la historia y como la CDU-CSU, a pesar de su
recuperación en 2013, llegó a obtener su peor resultado en las pasadas
elecciones. También vemos como los liberales consiguen su mejor resultado en
2009 para desaparecer del parlamento en 2013 y volver en 2017. Pero esta vez no
vuelve como tercer partido, ya que ha surgido un partido de derecha radical
(AfD) que consigue la tercera posición, mientras que los verdes consiguen
alcanzar su máximo histórica en 2021 y la izquierda radical sigue manteniendo
un apoyo estable.
Como en muchos países europeos,
el sistema de partidos alemán ha cambiado en los últimos años. Durante 35 años
fue un sistema de dos partidos y medio y a partir de los años 80 se fue
convirtiendo en un sistema multipartidista moderado, con la entrada de Los
Verdes y La Izquierda. Durante más de medio siglo, democristianos y
socialdemócratas obtenían como mínimo el 75% de los votos, pero esto ha
cambiado en los últimos años. En las elecciones de 2017, coincidiendo con la
entrada de la derecha radical en el parlamento, “sólo” obtuvieron el 53,5% de
los votos y para las elecciones del 2021 no llegaron a obtener entre los dos el
50% de los votos.
El sistema de partidos en
Alemania ha cambiado en los últimos años, aunque parece que el predominio de la
democracia se volverá a imponer en las elecciones de este domingo. Las
elecciones se viven con la incógnita de qué resultado conseguirá la extrema
derecha, la cual pronostican que puede obtener un 20% de los votos, mientras
que los socialdemócratas podrían caer hasta el 15% de los votos, el cual sería
su peor resultado de la historia. También los liberales se juegan su presencia
en el Parlamento, ya que algunas encuestas les dejan por debajo del 5%
necesario para obtener representación. En definitiva, los resultados del
domingo despejarán varias incógnitas, una de las cuales será si habrá de nuevo
una gran coalición entre los demócrata cristianos y los socialdemócratas.
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